La vuelta
¡Buenos días a todos! Bueno, como lo dije antes, mis vacaciones fueron un tanto complicadas, estuve rindiendo y, la verdad, sí estuve siguiendo mi proyecto e investigando pero la verdad no tuve tiempo de sentarme a escribir. Al menos, como a mí me gusta y probablemente he aquí uno de mis errores: a falta de tiempo, sabía que no podría escribir detalladamente mis notas de lectura ni mis avances en el proyecto y, como sabía que saldría algo no tan a mi piacere, postergué y postergué. Pero bueno, la cuestión es que hoy me gustaría ponerme al día con lo que he estado haciendo y contarles un poco mi pequeño viaje por Cuba, el cual sigue absolutamente abierto y, con gran frecuencia, suele llevarme a cada rato a nuevos puertos..
El principio de todo..
Dicen que es bueno empezar por el principio, supongo que así será.. En lo personal, como había dicho antes, estaba bastante confundida con el tema de mi proyecto y, finalmente, la música terminó sacándome cualquier tipo de dudas. Como me pediste vos, Andrea, esta es la canción, de Gerardo Alfonso, que, guitarra en mano, me sacó el pasaje a Cuba (sólo el de ida, por lo pronto) y me decidió a situar mi proyecto en esta mítica isla.
Tu subías desde el cono sur
y venias desde antes
con el amor al mundo bien adentro
fue una estrella quien te puso aquí
y te hizo de este pueblo
de gratitud nacieron muchos hombres
que igual que tu no querían que te fueras
y son otros desde entonces
Después de tanto tiempo y tanta tempestad
seguimos para siempre este camino largo, largo
por donde tu vas, por donde tu vas
El fin de siglo anuncia una vieja verdad
los buenos y los malos tiempos hacen una parte
de la realidad, de la realidad, ohohohohoh
Yo sabia bien , que ibas a volver,
que ibas a volver de cualquier lugar
porque el dolor no ha matado la utopía
porque el amor es eterno y
la gente que te ama no te olvida
Yo sabia bien ,desde aquella vez
que ibas a crecer, que ibas a quedar
porque la fe clara limpia las heridas
porque tu espíritu es humilde y reencarnas
en los pobres y en sus vidas
Son los sueños todavía,
los que tiran de la gente
como un imán que los une cada día
no se trata de molinos,
no se trata de quijotes
algo se templa en el alma de los hombres
una virtud que se eleva por encima de los
títulos y nombres
Como parece desprenderse de la letra de esta canción y del posteo de la misma en mi blog, puedo confirmarles que me gusta mucho la historia que rodea a la isla y sobre todo a la figura tan emblemática y paradójica del Che Guevara. Supongo que, mientras tocaba la guitarra, inconscientemente (o tal vez no tanto) me di cuenta que me encantaría adentrarme en ese mundo y tratar de entender las realidades que se viven allí. Más allá de las conocidas, más allá de las que aparecen en la pantalla de la televisión o en la sección Internacional del diario Clarín. A su vez, ahí se me apareció nuevamente la figura del Che: su viaje, su historia, su presente.. ¿Acaso el quería la Cuba de hoy? ¿Cómo fue su viaje? ¿Qué vio? ¿Qué no vio? ¿Habría elegido prestarle su cara a miles de pósters, remeras, tatuajes y demás demostraciones de algo que quién sabe realmente que es? Bueno, esas preguntas inundaron en aquel momento mi cabeza, supongo, y de repente me decepcioné. Definitivamente, aquellas realidades son intangibles a miles de kilómetros de distancia y, sin dudas, un viaje estaba totalmente fuera del alcance de mis manos (pero de mis bolsillos sobre todo). De todos modos, un viaje físico sí era evidentemente imposible, pero un viaje de los otros, de los que me gustaban a mí, no lo era. Así que decidí intentarlo y fue entonces que comenzó mi búsqueda.
Bueno, evidentemente el inicio partió desde la búsqueda de la historia del país, de sus características físicas, geográficas y demás cuestiones.. Pero realmente debo admitir que lo que más me atrajo fue el ámbito cultural, pero no sólo de Cuba, sino de aquello que la rodeaba (la rodea): hombres como el Che, José Martí, entre algunos de los que me llevó el acento cubano por delante, pero también autores como Alejo Carpenter y otros que ya he nombrado. Así fue que dejé de lado la Cuba enciclopédica y me escapé para el lado que, personalmente, más me gusta, aunque la historia también me apasiona bastante, y me fui con el ámbito de las letras y las palabras. En paralelo, pensando de reojo en la escritura de mi proyecto, me encontré con algo que pensé podría servirme bastante, además de interesarme/gustarme mucho, que fueron diversas cartas del Che y de Martí, precisamente, y también algunos discursos de los mismos.
Evidentemente, su lectura fue muy rápida y sumamente amena y me permitió llegar a conocer personalidades que no tenía tan claras, personalidades de personajes muy fuertes y de experiencias muy duras, que, como dije, no conocía tanto o, al menos, no desde el rincón de la tinta. Además, para tratar de llegar a diferentes aspectos de su persona, busqué cartas escritas para diferentes personas, lo cual implicaba la aparición de un mismo yo Ernesto, pero siendo siempre otro yo Ernesto distinto (nunca Supremo, aclaro) y lo mismo sucedía con Martí. Así, aparecían diferentes rasgos que, como piezas de un rompecabezas, iban configurando la figura de mis dos señores, mientras ellos le escribían a sus padres, amigos, a los compañeros de guerrilla o al amor.
Por otro lado, me vinieron ideas vinculadas con los modos de escribir o mismo con el tipo de personalidades que bien podrían fundirse en los personajes de mi proyecto, tomando rasgos de uno, de otro, de ambos. A continuación, les dejo algunas de las que me parecieron más lindas o interesantes..
Rosario.–
Si pienso en V. ¿por qué he de negarme a mí mismo que pienso?–Hay un mal tan grave como precipitar la naturaleza: es contenerla. A V. se van mis pensamientos ahora: no quiero yo apartarlos de V.–
He dejado en V. hoy una impresión de tibieza: yo amo con una especie de superstición todos los últimos instantes y me irrito conmigo mismo cuando en cada adiós mío digo menos de lo que quisiera decir con él mi alma.–Y, sin embargo, Rosario, tengo en mí esa paz suave y satisfecha que se llama contento.–A nadie perdoné yo nunca lo que perdono yo a V.; a nadie he querido querer yo tanto como quisiera yo querer a Vd.–
Rosario, me parece que están despertándose en mí muy inefables ternuras; me parece que podré yo amar sin arrepentimiento y sin vergüenza; me parece que voy a hallar una alma clara, pudorosa, entusiasta, leal, con todas las ternuras de mujer, y toda la alteza de mujer mía.–Mía, Rosario.–Mujer mía es más, mucho más que mujer común.–
Tiene un alma de mujer enamorada muy bellos embarazos, muy suspicaces precauciones, encantadoras reservas, puerilidades exquisitas.–Y ¿a qué1 las inconstancias y desfallecimientos de este espíritu mío tan enamorado de la luz que todo lo necesita para sus amores sin mancha y sin tiniebla.–Rosario,–Rosario, yo he empezado a amar ya en sus ojos un candor en tanto grado vivo en ellos, que ni V. misma sospecha que todavía vive en V. en tanto grado.–
JOSÉ MARTÍ.
Queridos viejos:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo.
Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo.
Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consciente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, solo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.
Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo.
Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy.
Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá unas piernas flácidas y unos pulmones cansados. Lo haré.
Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.
Ernesto
Por otra parte, en orden con las ideas que venían apareciendo en mi mente, me surgió la necesidad de conocer el habla del cubano, un español que si bien era eso, español, inevitablemente (y afortunadamente) tendría rasgos propios, característicos de sus hablantes. En consecuencia, vino mi segundo gran interés.. Quería conseguir información sobre el español cubano, sobre cubanismos, sobre diferencias dialectales, características que, desafortunadamente, se hallaban borradas en los cuentos leídos, bajo un español de norma media culta y tan neutro como el de algunas novelas de exportación, aunque, probablemente, debido quizás a una particularidad dialectal más propia de la oralidad que de la escritura.. Puede ser, todo puede ser.. El caso es que, como venía diciendo, quería conocer esas frases, esos rasgos, en fin, ¡quería hablar como ellos! Así que ése fue mi segundo paso en la búsqueda y así fue que fui introduciéndome en las especificidades de este español, mediante diccionarios, páginas educativas, opiniones de lingüistas nativos y demás cuestiones que, supongo, han tenido un efecto bastante positivo, ya que, mientras empezaba a escribir mi proyecto, cuando llegaba el habla de mis personajes, sentía una profunda extrañeza: sin dudas, sin ningún tipo de dudas, esa voz no era la mía.
Bueno, supongo que eso es todo por hoy, ya que ahora postearé más seguido para exponer mis avances, pero tampoco es cuestión de explicitar todo de golpe, ni de cansar a ningún valiente que, como dijo alguna vez Belén, haya llegado hasta aquí. Seguiré con mi viaje cubano, viaje que tiene una hermosa y placentera música de fondo, que va desde la alegre música de los carnavales de Cuba hasta las canciones de la trova de Silvio Rodríguez, Santiago Feliz y Pablo Milanés. Veremos a dónde me llevan.
Malva
¡Buenos días a todos! Bueno, como lo dije antes, mis vacaciones fueron un tanto complicadas, estuve rindiendo y, la verdad, sí estuve siguiendo mi proyecto e investigando pero la verdad no tuve tiempo de sentarme a escribir. Al menos, como a mí me gusta y probablemente he aquí uno de mis errores: a falta de tiempo, sabía que no podría escribir detalladamente mis notas de lectura ni mis avances en el proyecto y, como sabía que saldría algo no tan a mi piacere, postergué y postergué. Pero bueno, la cuestión es que hoy me gustaría ponerme al día con lo que he estado haciendo y contarles un poco mi pequeño viaje por Cuba, el cual sigue absolutamente abierto y, con gran frecuencia, suele llevarme a cada rato a nuevos puertos..
El principio de todo..
Dicen que es bueno empezar por el principio, supongo que así será.. En lo personal, como había dicho antes, estaba bastante confundida con el tema de mi proyecto y, finalmente, la música terminó sacándome cualquier tipo de dudas. Como me pediste vos, Andrea, esta es la canción, de Gerardo Alfonso, que, guitarra en mano, me sacó el pasaje a Cuba (sólo el de ida, por lo pronto) y me decidió a situar mi proyecto en esta mítica isla.
Tu subías desde el cono sur
y venias desde antes
con el amor al mundo bien adentro
fue una estrella quien te puso aquí
y te hizo de este pueblo
de gratitud nacieron muchos hombres
que igual que tu no querían que te fueras
y son otros desde entonces
Después de tanto tiempo y tanta tempestad
seguimos para siempre este camino largo, largo
por donde tu vas, por donde tu vas
El fin de siglo anuncia una vieja verdad
los buenos y los malos tiempos hacen una parte
de la realidad, de la realidad, ohohohohoh
Yo sabia bien , que ibas a volver,
que ibas a volver de cualquier lugar
porque el dolor no ha matado la utopía
porque el amor es eterno y
la gente que te ama no te olvida
Yo sabia bien ,desde aquella vez
que ibas a crecer, que ibas a quedar
porque la fe clara limpia las heridas
porque tu espíritu es humilde y reencarnas
en los pobres y en sus vidas
Son los sueños todavía,
los que tiran de la gente
como un imán que los une cada día
no se trata de molinos,
no se trata de quijotes
algo se templa en el alma de los hombres
una virtud que se eleva por encima de los
títulos y nombres
Como parece desprenderse de la letra de esta canción y del posteo de la misma en mi blog, puedo confirmarles que me gusta mucho la historia que rodea a la isla y sobre todo a la figura tan emblemática y paradójica del Che Guevara. Supongo que, mientras tocaba la guitarra, inconscientemente (o tal vez no tanto) me di cuenta que me encantaría adentrarme en ese mundo y tratar de entender las realidades que se viven allí. Más allá de las conocidas, más allá de las que aparecen en la pantalla de la televisión o en la sección Internacional del diario Clarín. A su vez, ahí se me apareció nuevamente la figura del Che: su viaje, su historia, su presente.. ¿Acaso el quería la Cuba de hoy? ¿Cómo fue su viaje? ¿Qué vio? ¿Qué no vio? ¿Habría elegido prestarle su cara a miles de pósters, remeras, tatuajes y demás demostraciones de algo que quién sabe realmente que es? Bueno, esas preguntas inundaron en aquel momento mi cabeza, supongo, y de repente me decepcioné. Definitivamente, aquellas realidades son intangibles a miles de kilómetros de distancia y, sin dudas, un viaje estaba totalmente fuera del alcance de mis manos (pero de mis bolsillos sobre todo). De todos modos, un viaje físico sí era evidentemente imposible, pero un viaje de los otros, de los que me gustaban a mí, no lo era. Así que decidí intentarlo y fue entonces que comenzó mi búsqueda.
Bueno, evidentemente el inicio partió desde la búsqueda de la historia del país, de sus características físicas, geográficas y demás cuestiones.. Pero realmente debo admitir que lo que más me atrajo fue el ámbito cultural, pero no sólo de Cuba, sino de aquello que la rodeaba (la rodea): hombres como el Che, José Martí, entre algunos de los que me llevó el acento cubano por delante, pero también autores como Alejo Carpenter y otros que ya he nombrado. Así fue que dejé de lado la Cuba enciclopédica y me escapé para el lado que, personalmente, más me gusta, aunque la historia también me apasiona bastante, y me fui con el ámbito de las letras y las palabras. En paralelo, pensando de reojo en la escritura de mi proyecto, me encontré con algo que pensé podría servirme bastante, además de interesarme/gustarme mucho, que fueron diversas cartas del Che y de Martí, precisamente, y también algunos discursos de los mismos.
Evidentemente, su lectura fue muy rápida y sumamente amena y me permitió llegar a conocer personalidades que no tenía tan claras, personalidades de personajes muy fuertes y de experiencias muy duras, que, como dije, no conocía tanto o, al menos, no desde el rincón de la tinta. Además, para tratar de llegar a diferentes aspectos de su persona, busqué cartas escritas para diferentes personas, lo cual implicaba la aparición de un mismo yo Ernesto, pero siendo siempre otro yo Ernesto distinto (nunca Supremo, aclaro) y lo mismo sucedía con Martí. Así, aparecían diferentes rasgos que, como piezas de un rompecabezas, iban configurando la figura de mis dos señores, mientras ellos le escribían a sus padres, amigos, a los compañeros de guerrilla o al amor.
Por otro lado, me vinieron ideas vinculadas con los modos de escribir o mismo con el tipo de personalidades que bien podrían fundirse en los personajes de mi proyecto, tomando rasgos de uno, de otro, de ambos. A continuación, les dejo algunas de las que me parecieron más lindas o interesantes..
Rosario.–
Si pienso en V. ¿por qué he de negarme a mí mismo que pienso?–Hay un mal tan grave como precipitar la naturaleza: es contenerla. A V. se van mis pensamientos ahora: no quiero yo apartarlos de V.–
He dejado en V. hoy una impresión de tibieza: yo amo con una especie de superstición todos los últimos instantes y me irrito conmigo mismo cuando en cada adiós mío digo menos de lo que quisiera decir con él mi alma.–Y, sin embargo, Rosario, tengo en mí esa paz suave y satisfecha que se llama contento.–A nadie perdoné yo nunca lo que perdono yo a V.; a nadie he querido querer yo tanto como quisiera yo querer a Vd.–
Rosario, me parece que están despertándose en mí muy inefables ternuras; me parece que podré yo amar sin arrepentimiento y sin vergüenza; me parece que voy a hallar una alma clara, pudorosa, entusiasta, leal, con todas las ternuras de mujer, y toda la alteza de mujer mía.–Mía, Rosario.–Mujer mía es más, mucho más que mujer común.–
Tiene un alma de mujer enamorada muy bellos embarazos, muy suspicaces precauciones, encantadoras reservas, puerilidades exquisitas.–Y ¿a qué1 las inconstancias y desfallecimientos de este espíritu mío tan enamorado de la luz que todo lo necesita para sus amores sin mancha y sin tiniebla.–Rosario,–Rosario, yo he empezado a amar ya en sus ojos un candor en tanto grado vivo en ellos, que ni V. misma sospecha que todavía vive en V. en tanto grado.–
JOSÉ MARTÍ.
Queridos viejos:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo.
Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo.
Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consciente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, solo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.
Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo.
Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy.
Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá unas piernas flácidas y unos pulmones cansados. Lo haré.
Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.
Ernesto
Por otra parte, en orden con las ideas que venían apareciendo en mi mente, me surgió la necesidad de conocer el habla del cubano, un español que si bien era eso, español, inevitablemente (y afortunadamente) tendría rasgos propios, característicos de sus hablantes. En consecuencia, vino mi segundo gran interés.. Quería conseguir información sobre el español cubano, sobre cubanismos, sobre diferencias dialectales, características que, desafortunadamente, se hallaban borradas en los cuentos leídos, bajo un español de norma media culta y tan neutro como el de algunas novelas de exportación, aunque, probablemente, debido quizás a una particularidad dialectal más propia de la oralidad que de la escritura.. Puede ser, todo puede ser.. El caso es que, como venía diciendo, quería conocer esas frases, esos rasgos, en fin, ¡quería hablar como ellos! Así que ése fue mi segundo paso en la búsqueda y así fue que fui introduciéndome en las especificidades de este español, mediante diccionarios, páginas educativas, opiniones de lingüistas nativos y demás cuestiones que, supongo, han tenido un efecto bastante positivo, ya que, mientras empezaba a escribir mi proyecto, cuando llegaba el habla de mis personajes, sentía una profunda extrañeza: sin dudas, sin ningún tipo de dudas, esa voz no era la mía.
Bueno, supongo que eso es todo por hoy, ya que ahora postearé más seguido para exponer mis avances, pero tampoco es cuestión de explicitar todo de golpe, ni de cansar a ningún valiente que, como dijo alguna vez Belén, haya llegado hasta aquí. Seguiré con mi viaje cubano, viaje que tiene una hermosa y placentera música de fondo, que va desde la alegre música de los carnavales de Cuba hasta las canciones de la trova de Silvio Rodríguez, Santiago Feliz y Pablo Milanés. Veremos a dónde me llevan.
Malva
Cuánto misterio. Esperamos algunos avances del texto!
ResponderEliminarMalvi, amiga. Yo llegué a leerlo todo, muy bueno, muy bueno. Como ya te dije el tema me resulta muy atrapante e interesante. Tengo bastante material que te puede servir, no quiero ser pesado por eso te lo cito y vos de última me decís si te interesa algo y yo te lo paso.
ResponderEliminar1. "Nuestra América", de Martí. Lo estoy leyendo, pero lo abandoné un poco por los finales. Es un libro interesante donde busca construir que es la identidad latinoamericana. La "patria grande" desde una perspectiva inclusiva de todas las heterogeneas culturas americanas y nuestras raices, que no ignoran a los nativos americanos, africanos, criollos, etc. No coincido en el posicionamiento de los "patriotas americanos" como referencia de nuestra identidad, todos ellos con una ideología liberal. Pero bueno, hay que entender que escribía a fines del siglo XIX en un país que se encontraba como colonia formal.
2. "El Che y la batalla de Santa Clara", un artículo periodístico interesante que hace mención de las revoluciones y cómo se pudo hacer la misma.
3. "El vaquerito", el Jefe del pelotón suicida del Che. Tengo un texto que es interesante.
4. Un texto crítico de la situación actual de la isla de la "Corriente Socialismo o Barbarie". Muy interesante es, aunque resulte muy largo en relación con los tiempos.
No sé si me olvido algo más.
Me olvidé este tema de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, "Aquella solitaria vaca cubana":
ResponderEliminarMiraba el cielo justo a tiempo.
Salvada del motor eterno y justo a tiempo.
Aquella solitaria vaca.
Aquella solitaria vaca cubana.
Rumiaba el silbido del viento.
La civilización la amaba y justo a tiempo.